El pasado fin de semana se celebró la 11ª Edición Snow Running Sierra Nevada 2022 la cual tenía un recorrido total aproximado de 12,70 km., y un desnivel positivo acumulado de 920 metros. En el caso de las categorías cadetes, juveniles, juniors y modalidad «Popular» el recorrido fue de 8 km y un desnivel positivo acumulado de 663m. con salida y llegada común en Pradollano.
Todo el recorrido estuvo debidamente señalizado con indicaciones de dirección conforme a la normativa vigente para este tipo de pruebas, incluidas señales luminosas y balizas reflectantes de alta visibilidad.
Así es la Snow Running, una disciplina apenas conocida hace unos años y que, al calor del boom de las carreras por montaña, ha encontrado en Sierra Nevada su lugar de referencia. De la mano de un grupo de profesionales de la gran montaña de Granada, han logrado transformar un evento que arrancó con algo más de cincuenta participantes en todo un campeonato del mundo.
Sierra Nevada no es solo una de las mejores estaciones de Europa, la estación muestra su extraordinaria versatilidad y sensibilidad hacia todas aquellas disciplinas deportivas que combinan nieve, esfuerzo y respeto a la montaña. Este año además se celebran los primeros Campeonatos del Mundo de Snow Running de la historia, culminando así un recorrido de diez años de apuesta por las carreras por montaña por superficie nevada.
Este año nuevamente, Marién Lanz y Pablo Ruiz de Almirón han confiado en mi trabajo fotográfico y he compartido con un estupendo elenco de profesionales de la fotografía la responsabilidad de fotografiar para Mamut Sierra Nevada la carrera, para mi de unas de las mas duras, bonitas y bien organizadas de las que he participado y tengo conocimiento.
Desde primera hora estábamos el sábado 5 en la estación de esquí, para recibir las ultimas instrucciones de los organizadores y poder inspeccionar el recorrido para tomar posiciones y así tomar las mejores fotografías posibles.
Este año aparte de las complicadas condiciones de correr de noche, en altura y por nieve, se ha sumado una densa niebla que apenas dejaba ver el recorrido, y cómo figuras fantasmagóricas los corredores iban apareciendo de la nada y despareciendo por el trazado.
Sin duda este año ha sido una experiencia inolvidable, un gran privilegio haber formado por un día parte de la gran familia que compone el equipo de Mamut Sierra Nevada y el grupo de voluntarios que trabajaron duramente y con una sonrisa en la boca y palabras siempre de ánimo hacia todos los participantes.
¡¡HASTA EL AÑO QUE VIENE!!
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