SPOTTER DAY ALA 23 (BASE DE TALAVERA LA REAL, BADAJOZ)
Magnifica jornada de spotter day en la Base Aérea de Talavera la Real (ALA 23)
La estrella del spotter day fué el Northrop F-5B(M), avión que llego para sustituir al North American F-86 Sabre y al Lockheed T-33A Shooting Star en lo que fue la escuela de Reactores y hoy en día es el Ala 23 “Unidad de Instrucción de Caza y Ataque del Ejército del Aire”
Tuvimos un detallado briefing dirigido por el Coronel D. Francisco J. Vidal que se mantuvo toda la jornada atento a los asistentes y los miembros de la base desde el primer momento estuvieron atentos a cualquier sugerencia de los spotters y a las cuales accedían con la debida cautela que requieren las medidas de seguridad.
Los pilotos nos deleitaron con pasadas bajas, touch&go´s incluso simulacros de emergencia donde desplegaba a todos los servicios de la base, bomberos, ambulancias, etc y donde el F-5 lucía su paracaídas de frenado.
Un día muy intenso y lleno de momentos inolvidables.
Un poco de historia: “Fuente: Ejercito del Aire”
Fecha de creación : 1953
La unidad se fundó en diciembre de 1953, aunque la Escuela de Reactores retardó un poco más su nacimiento llegando en diciembre de 1954, ubicándose en la denominada a partir de entonces Base Aérea de Talavera la Real, situada a unos 13 kilómetros de la ciudad de Badajoz y siendo su primer jefe el entonces teniente coronel José Ramón Gavilán y Ponce de León.
La creación de la escuela fue la respuesta a la necesidad de nuevas enseñanzas para la formación de los pilotos que compondrían las unidades de caza, dotadas hasta entonces de material convencional y que, a partir de 1953, pasaron a contar con modernos aviones a reacción.
El 24 de Marzo de 1954, toman tierra en la Base Aérea de Talavera los seis primeros aviones T-33A ‘Shooting Star’ que formarían parte de la flota de la Escuela de Reactores.
En el mes de octubre de 1958, y con objeto de conseguir una mayor capacitación del personal designado para efectuar los Cursos de Reactores, se dota a la Escuela con aviones F-86 ‘Sabre’, realizándose, desde entonces y hasta junio de 1969, el curso en dos partes consecutivas: la primera en material T-33 y la segunda en material F-86 ‘Sabre’.
El avión T-33 estuvo en servicio a la Escuela de Reactores hasta el día 3 de noviembre de 1969, siendo utilizado en 49 cursos de reactores y habiendo realizado 79.297 horas de vuelo.
El avión F-86 estuvo en servicio en la Escuela de Reactores hasta el mes de noviembre de 1970, tomando parte en 32 cursos de reactores y habiendo efectuado 27.029 horas de vuelo.
En 1970 llegaba el Northrop F-5B (fabricado en las instalaciones españolas de CASA) en sustitución de los F-86 y T-33, dados de baja en 1969 y 1973 respectivamente. el F-5 se emplea por primera vez en el 50º Curso de Reactores en el mes de septiembre de 1971 siendo el avión que desde entonces ha formado y forma a los pilotos de combate del Ejército del Aire.
El día 4 de noviembre de 1976 se alcanzan las 25.000 horas de vuelo en F-5, cumpliéndose las 50.000 horas el día 15 de octubre de 1982.
En marzo de 1987 la Escuela de Reactores adopta la actual denominación de Ala 23, unidad de instrucción de caza y ataque del Ejército del Aire, la cual se mantiene en la actualidad.
El día 9 de mayo de 1988 se cumplieron 75.000 horas de vuelo en F-5.
En el mes de noviembre de 1992, pasaron a formar parte de la dotación de aviones del Ala 23, los F-5/A y F-5 RF que dotaban el Ala 21 con sede en la Base Aérea de Morón de la Frontera (Sevilla).
El día 11 de abril de 1996 se alcanzan las 100.000 horas de vuelo en el F-5.
A lo largo de sus más de 50 años de historia, el centro de enseñanza ha realizado más de 129 cursos, en los que se han formado más de 2.000 alumnos. Desde su creación, el esfuerzo de la unidad se traduce en unas 250.000 horas de vuelo, de las cuales casi 150.000 pertenecen al F-5.
El Ala 23 es la única unidad del Ejército del Aire que cuenta con un Escalón Avanzado de Motores, creado en 1961, totalmente autónomo respecto al mantenimiento completo de los motores J-85, que son los que equipan a los aviones F-5.
Cada año alféreces alumnos de la Academia General del Aire realizan en el Ala 23 la Fase de Caza y Ataque en su último año académico. Tras superar esta Fase se les reconoce como pilotos de caza de Ejército del Aire pasando destinados a los escuadrones dotados con aviones F-18, Mirage F-1 o EF-2000 Eurofighter.
En septiembre de 2006, el Ala 23 recibe a la primera alumna aspirante que, tras superar con éxito el curso, se convirtió, en junio de 2007, en la primera mujer piloto de combate del Ejército del Aire. Al año siguiente una de las alumnas aspirantes obtuvo la más alta calificación, siendo la número uno del curso.