Un día cualquiera en Sierra Nevada, un grupo de senderistas paseaban por este increíble parque nacional hasta que, mientras recorrían una zona muy recóndita y angosta, uno de ellos resbala y cae unos cuantos metros, quedando totalmente inmóvil.
Inmediatamente llaman al 112 para comunicar lo sucedido y solicitar ayuda. Recibida la llamada, los servicios de emergencia se ponen en contacto con el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil de Granada quienes, haciendo una comunicación a tres, se coordinan con el Servicio aéreo de la Guardia Civil, con base en el Aeropuerto de Granada.
En cuestión de minutos, el CUCO 308 recoge a dos miembros del GREIM. El llamado “ángel de la montaña” no tarda en llegar al lugar y, con máxima profesionalidad y rapidez, vuelven para llevar al accidentado al hospital de referencia. ¡Misión cumplida!
Este relato resume en pocas líneas un rescate como los que el Servicio Aéreo de la Guardia Civil de Granada realiza frecuentemente y tras el cual hay una labor callada, meticulosa, profesional y de gran dedicación de los componentes de la Unidad Aérea de Granada.
UN POCO DE HISTORIA
Los orígenes del actual Servicio Aéreo de la Guardia Civil se remontan a los estudios sobre medios y necesidades llevados a cabo por la Guardia Civil a finales de los años 60. Éstos concluyeron en 1971 con la idea de la incorporación de helicópteros. En el año 1973, la Guardia Civil creó la Sección de Helicópteros para suplir la carestía de unidades aéreas que apoyaban el trabajo de las unidades terrestres. Esta sección estaba inicialmente compuesta por veinte agentes y dos unidades del modelo MBB BO-105. Primero, la unidad estuvo basada en Cuatro Vientos y, posteriormente, pasó a compartir acuartelamiento con las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra, en su base de Colmenar Viejo (Madrid). Los BO-105 realizaron su primera misión real, de orden público, en Pamplona en junio de 1973. A finales de 1973 la fuerza encargó dos unidades más de BO-105.23.
En el año 1978, el servicio se trasladó a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), cambiando también de denominación por Agrupación de Helicópteros de la Guardia Civil (AHEL). En 1983 se contaba ya con doce helicópteros BO-105 y un BK-117. Los aparatos del SAER estaban entonces principalmente dedicados a labores de lucha contra la delincuencia y antiterrorista, servicios de búsqueda de desaparecidos, evacuación y rescate (sobre todo en montaña y mar). Organizativamente, el proceso de descentralización comenzó en 1983 con la creación de la Unidad de Helicópteros de Logroño para apoyar en la lucha antiterrorista. A lo largo de estos últimos años ha resultado en un despliegue basado en la idea de aproximar el apoyo aéreo a las unidades y al servicio.
UHEL-24
El 11 de noviembre de 2011 se crea la Unidad de Helicópteros de Granada, fruto de la creciente demanda de servicios humanitarios en Sierra Nevada, como centro de deportes de invierno, y con el principal objetivo de realizar los rescates en montaña en toda Andalucía.
Esta nueva Unidad asumió parte de la demarcación que hasta entonces era responsabilidad de la UHEL-21, con base en Sevilla. La Unidad Aérea de Granada se inició con una plantilla de cinco pilotos y tres mecánicos. En la actualidad, está formada por once componentes: seis pilotos, cuatro mecánicos y un guardia civil que se encarga de las tareas burocráticas. Esta Unidad está al mando de un oficial de la Guardia Civil.
La Unidad Aérea granadina, bautizada como UHEL-24, cuenta con un moderno helicóptero EC-135 P3, configurado específicamente para operar en ambientes de alta montaña. Dicho helicóptero tiene su base en el aeropuerto Federico García Lorca de Granada-Jaén.
El EC-135 P3 tiene un diseño moderno y sofisticado, con una cabina espaciosa y una disposición ergonómica para la tripulación. Además, cuenta con un sistema de navegación avanzado y una amplia variedad de sistemas electrónicos de última generación que le permiten volar en cualquier condición meteorológica.
El Eurocopter EC-135 P3 es un helicóptero biturbina que cuenta con una capacidad de carga de hasta 1.300 kg, una velocidad máxima de 287 km/h y un alcance de hasta 640 km. Asimismo, este helicóptero cuenta con un sistema de aviónica avanzado, que permite una mayor seguridad y eficacia en la realización de las misiones.
Para que el CUCO 308 pueda operar en alta montaña, se aligera de peso quitando mucha aviónica, pero esto no compromete en absoluto la seguridad en el vuelo. También cuenta con otra equipación para levantar carga muerta.
EL RESCATE
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la Guardia Civil en sus operaciones de rescate es la ubicación precisa en la que se encuentra la persona en peligro. En muchos casos, las víctimas de accidentes se encuentran en áreas remotas donde no hay señal de teléfono móvil o internet, lo que dificulta localizar su ubicación. Cuando ocurre esto, los equipos de rescate deben recurrir a la búsqueda visual o a la información proporcionada por testigos para encontrar a las personas en peligro.
Una vez que se ha localizado a la persona en peligro, los equipos de rescate deben evaluar la situación y decidir la mejor forma de evacuación. En ocasiones, el helicóptero puede aterrizar directamente en el lugar, mientras que hay veces que es necesario el uso de cuerdas y arneses. La Guardia Civil utiliza técnicas avanzadas de rescate aéreo para garantizar la seguridad de las personas en peligro y de los propios rescatistas.
En situaciones de emergencia, cada segundo cuenta. La capacidad de respuesta rápida de la Guardia Civil, así como la tecnología de vanguardia utilizada por la Guardia Civil, son clave para garantizar la seguridad de las personas en peligro. Es por ello que los helicópteros de la Guardia Civil son una herramienta vital en situaciones de emergencia en áreas remotas o de difícil acceso, donde el transporte terrestre no es posible.
MANTENIMIENTO, UNA PARTE VITAL DEL EQUIPO
El personal de mantenimiento de los helicópteros de la Guardia Civil desempeña una función fundamental en el correcto funcionamiento y la seguridad de estas aeronaves. Estos profesionales son responsables de mantener y reparar los helicópteros de la Guardia Civil, que garantiza que puedan operar de manera segura y eficiente en situaciones críticas.
La Guardia Civil cuenta con un equipo de técnicos de mantenimiento que se encarga de realizar inspecciones regulares y reparaciones de los helicópteros. Son también responsables de la instalación y prueba de sistemas de aviónica, motores, sistemas hidráulicos y sistemas eléctricos en los helicópteros.
Además, han de cumplir con rigurosos requisitos de capacitación y certificación. Deben tener conocimientos especializados en mecánica, electricidad y electrónica, así como habilidades de diagnóstico y resolución de problemas. Es igual de necesario que estén actualizados en las regulaciones de seguridad y mantenimiento de la aviación.
La Guardia Civil utiliza un enfoque de mantenimiento preventivo en sus helicópteros, lo que significa que se realizan inspecciones y reparaciones regulares antes de que se produzca un fallo. Esto reduce el riesgo de accidentes y garantiza que los helicópteros estén siempre en óptimas condiciones para ser utilizados en situaciones de emergencia. Para ello, los técnicos utilizan herramientas de diagnóstico y software especializado para identificar cualquier problema o fallo en el helicóptero. Una vez que se ha identificado el problema, el personal de mantenimiento trabaja para solucionarlo de inmediato.
A parte del mantenimiento y la reparación de los helicópteros, son también responsables de la gestión de piezas y suministros de repuesto. Esto implica mantener un inventario y la realización de pedidos para asegurarse de que los repuestos estén disponibles en todo momento.
UNA UNIDAD QUE INSPIRA
La UHEL 24 ha sido una unidad clave en momentos de emergencia, interviniendo en numerosas operaciones de rescate en la montaña, proporcionando asistencia médica y evacuación a personas en peligro. Además, ha proporcionado apoyo a las unidades terrestres de las comandancias que lo han requerido
Pero lo que hace que la UHEL 24 sea especial no son solo sus misiones de alto riesgo, sino también el espíritu de equipo y la dedicación de sus miembros. Cada uno de ellos es un profesional altamente capacitado y motivado, comprometido con su trabajo y con la misión de la unidad. Y, sin embargo, todos ellos trabajan juntos como una sola fuerza, apoyándose mutuamente y poniendo en primer lugar el bienestar de las personas a las que sirven.
Como ciudadano, es reconfortante saber que existen unidades como la UHEL 24, que están dispuestas a arriesgar sus vidas para proteger las de los demás. Es inspirador ver cómo el trabajo en equipo, la dedicación y la pasión pueden lograr grandes cosas.